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domingo, 31 de outubro de 2021

Bolivia | Luis Arce pide la unidad del pueblo ante “nuevas aventuras golpistas” NODAL

 

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VAMOS FALAR DA A.LATINA?  

POIS É ,JÁ QUE A GRANDE MÍDIA :OMITE,DETURPA,MENTE;

FALA-NOS NODAL



https://bit.ly/3GCaTl9


Luis Arce dice que hay “nuevas aventuras golpistas”

El presidente del Estado, Luis Arce, aseveró este viernes que en el país hay “nuevas aventuras golpistas” y pidió la “unidad del pueblo boliviano” para afrontar tales intenciones.

“Ante los intentos de dividirnos y de nuevas aventuras golpistas, la unidad del pueblo boliviano, la unidad de la patria es la respuesta por encima de colores y preferencias políticas. Ustedes son los convocados y las convocadas para seguir poniendo el hombro al país (y) así de esta manera estamos saliendo adelante”, manifestó en el acto de conmemoración por el XXIII aniversario de la Asociación de Municipios de Beni (Amdebeni).

Varios sectores, entre gremiales, transportistas y comités cívicos, convocaron a bloqueos desde el 8 de noviembre contra le Ley 1386 de Estrategia Nacional de lucha contra las ganancias ilícitas, que tildan de inconstitucional.

Arce sostuvo que la única manera de enfrentar con éxito la “crisis heredada” del gobierno de Jeanine Áñez y la pandemia del Covid-19 “es con la férrea unidad del pueblo boliviano”.

El mandatario enfatizó que, tras ganar las elecciones generales en octubre de 2020 con el 55% de la votación nacional, asumió el mandato con el desafío de reconstruir la patria en los ámbitos de la salud, la educación, la economía, principalmente.

Para la lucha contra la pandemia del COVID-19, afirmó, una de las primeras medidas fue garantizar la provisión de vacunas gratuitas para todos los bolivianos.

Respecto a la reactivación económica, dijo, se implementó una serie de medidas de oferta y de demanda como el Bono Contra el Hambre, el Régimen de Reintegro en Efectivo del Impuesto al Valor Agregado (Re-IVA), el crédito SIBOLIVIA para la sustitución de importaciones, entre otros.

Los Tiempos


Morales dice que el ‘pacto de impunidad’ prepara acciones de desestabilización

Después de que algunos sectores del país anunciaron un paro indefinido de actividades desde el próximo 8 de noviembre en rechazo a la Ley 1386, el expresidente Evo Morales afirmó este viernes que el “pacto de impunidad” prepara acciones de desestabilización.

“Después de fracasar con un ‘paro’ forzado, el ‘pacto de impunidad’ prepara acciones de desestabilización. La derecha golpista no pasará. Junto a nuestro pueblo y sectores sociales vamos a defender nuestra revolución y al gobierno democrático del hermano presidente (Luis Arce)”, escribió Morales en su cuenta en Twitter.

El jueves, en una reunión realizada en Santa Cruz, los gremiales liderados por el dirigente Francisco Figueroa resolvieron ir a un paro indefinido de actividades a partir del 8 de noviembre en caso de que hasta esa fecha el Gobierno no anule la Ley 1386, de Estrategia de Lucha Contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas y Financiamiento del Terrorismo.

Figueroa dijo que en el encuentro también participaron representantes de transportistas e incluso de los médicos. Asimismo, adelantó que pedirán “apoyo de los comités cívicos” y de otros sectores para que la medida de presión tenga mayor fuerza.

Sin embargo, el Gobierno, en una serie de ocasiones, aseguró que la cuestionada normativa no afecta a los transportistas ni al sector gremial y que la ley solo es “preventiva” porque define las principales directrices de la lucha contra las ganancias ilícitas y el financiamiento al terrorismo.

La Razón


Justicia emite otra detención preventiva contra cuatro exjefes militares acusados de ‘golpe’

El Juez Segundo Anticorrupción de La Paz determinó este jueves detención preventiva para cuatro exjefes militares, integrantes del Alto Mando durante los conflictos de 2019, en el caso denominado “golpe de Estado II”.

Los cuatro exjefes militares ya están detenidos en diferentes centros penitenciarios por el caso “golpe de Estado I”, pero con esta decisión estarán privados de libertad por al menos seis meses más mientras se realizan las investigaciones.

Los sindicados son el exjefe de Estado Mayor, Flavio Gustavo Arce; el excomandante del Ejército, Pastor Mendieta; el excomandante de la Fuerza Aérea, Gonzalo Terceros; y el excomandante de la Armada, Palmiro Jarjury, todos que participaron, a la cabeza Williams Kaliman, en la conferencia de prensa donde el 10 de noviembre de 2019 se sugirió la renuncia de Evo Morales.

El juez determinó que el general Terceros cumpla los seis meses de detención preventiva en Palmasola, Jarjury en la cárcel de Patacamaya, mientras que Flavio Arce y Mendieta en San Pedro. Es decir, en los mismos penales que ya están encarcelados por el caso “golpe I”.

En el caso “golpe I” los militares fueron acusados de terrorismo, sedición y conspiración, mientras que en el caso “golpe II” se les imputa de incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución.

La Fiscalía, en la imputación por el caso “golpe II”, acusó a los exjefes de tener una “participación dolosa” en lo que denominó como “el acto final de investidura presidencial irregular” de Jeanine Añez en noviembre de 2019 y de “haber apoyado y colaborado a la ex senadora Añez en su autoproclamación”.

Los abogados de la defensa de los exjefes militares objetaron la decisiòn del juez y apelaron la resolución. El caso pasará a un tribunal de alzada para su consideración.


O que ESPERAR de uma CONFERÊNCIA MUNDIAL sobre CLIMA?

segunda-feira, 25 de outubro de 2021

Viagem ao coração das trevas do capitalismo- por Outras Palavras

 


Entrevista a Romaric Godin, no Mediapart | Tradução: Pedero Henrique de Mendonça Resende | Imagem: Edward HooperEntrevista do autor sobre o livro

POR -https://bit.ly/3aIWzZl

A sociedade autofágica
Publicado pela Elefante, parceira editorial de Outras Palavras

Novo livro de Anselm Jappe trama marxismo heterodoxo com psicanálise e sugere: ao reduzir tudo a valor, sistema apaga as nuances do mundo e forma sujeitos hipernarcísicos – mas solitários e impotentes. Aí pode estar brecha para desafiá-lo



Anselm Jappe é representante, na França, da teoria crítica do valor, uma teoria crítica que relê Marx através da abstração induzida pela mercantilização do mundo. Esta crítica radical (no sentido de ir “à raiz”) do capitalismo, realizada no âmbito da revista alemã Krisis nos anos 1990 e 2000, distingue-se profundamente, entretanto, de outras escolas marxistas por sua rejeição de alguns elementos-chave como a centralidade absoluta da luta de classes. O autor havia apresentado essa teoria ao público por ocasião do lançamento de A sociedade autofágica: capitalismo, desmesura e autodestruição

Nela, Jappe descreve o lento desenvolvimento do capitalismo por meio do narcisismo crescente do sujeito. A indiferença e a crueldade do capitalismo, obcecado pelo valor quantitativo em relação ao mundo real, encontram-se espelhadas na indiferença e na crueldade do narcísico em relação aos outros. In fine, o indivíduo, submetido a essa pulsão de morte do capitalismo, acaba por entrar em um processo de ressentimento e de autodestruição. A sociedade capitalista parece fadada a se devorar a si mesma e a única saída parece ser a superação do capitalismo, pois as tentativas reformistas do marxismo tradicional não conseguiram se situar fora do sistema do valor de mercado. 

Nesta entrevista, o autor volta-se para alguns dos principais temas de sua teoria: para seu diálogo com a psicanálise ou com certos ensaístas críticos da sociedade neoliberal, para sua crítica do marxismo tradicional e para o futuro do capitalismo.

A sociedade autofágica explora em detalhe o tornar-se sujeito na sociedade capitalista. Você o concebe como continuação de As aventuras da mercadoria, que expôs para o público francês a teoria crítica do valor?

É evidentemente uma continuação, mas mais pessoal. A obra As aventuras da mercadoria apoiava-se principalmente em grandes teóricos da crítica do valor, notadamente naqueles que escreviam na revista alemã Krisis. Depois, uma parte destes últimos, notadamente Robert Kurz, fizeram esta teoria evoluir em direção a uma teoria da crítica do sujeito, que inclui uma crítica do Iluminismo. Eu desenvolvi paralelamente minhas próprias ideias, interessando-me igualmente pelo aporte da psicanálise. Neste sentido, eu fui particularmente marcado pela leitura de Christopher Lasch e de suas obras A cultura do narcisismo e O mínimo eu, mas também retomei as obras de Herbert Marcuse e Erich Fromm. A estas foram acrescentadas várias outras leituras importantes para a gênese do livro, como a do sociólogo Luc Boltanski, ou ainda de Dany-Robert Dufour, com quem eu não estou totalmente de acordo, mas cuja leitura me pareceu suficientemente estimulante para me dar vontade de lhe responder. É este percurso, que durou dez anos, que me permitiu construir A sociedade autofágica

A teoria crítica do valor sublinha a abstração que o capitalismo, por natureza, impõe ao mundo. Este é o ponto de partida da sua exposição?

O que é importante compreender é que a teoria crítica do valor não é uma teoria puramente econômica. Ela se inscreve na continuidade do pensamento de Karl Marx, que empreende uma crítica da economia política e não a elaboração de uma teoria econômica particular. Mercadoria, trabalho abstrato, valor e dinheiro não são, em Marx, categorias puramente econômicas, mas categorias sociais que formam todas as maneiras de agir e de pensar na sociedade. Isto não está sempre explícito em Marx, mas é o que se pode extrair de seus escritos. É por isso que eu considero o valor um “fato social total”, no sentido que o entende Marcel Mauss.

Essas categorias são, como diria Emmanuel Kant, formas a priori, formas vazias que são como moldes onde tudo deve entrar. Assim, na sociedade capitalista, tudo toma a forma de uma pura quantidade de dinheiro e, para além disso, de uma pura quantidade em geral. Isto vai, então, muito além do mero fato econômico. Essas categorias não são, entretanto, fatos antropológicos que existiriam em todos os lugares e sempre. São formas que progressivamente se impõem aos outros domínios da vida, notadamente às relações sociais. Vê-se isto com a emergência do “eu quantificado” no quadro da mensuração, por exemplo, das performances esportivas. A quantificação monetária é uma das formas mais visíveis da sociedade capitalista, mas não é a única.

A primeira parte do seu livro descreve a história do sujeito confrontada a essa abstração imposta pelo capitalismo.

Sim, mas é importante compreender a natureza desta abstração. A abstração, enquanto tal, é um fenômeno mental que é, evidentemente, um auxiliar para apreender o real. Como não se pode sempre falar de uma árvore particular, então se recorreu a um conceito geral de árvore. Mas trata-se, aqui, de outra coisa. Trata-se de uma abstração, o valor, que pode assumir não importa qual forma real pela quantificação. Toda realidade pode ser reduzida a uma quantidade de valor. Ela torna-se, então, uma “abstração real”, conceito que não está explicitamente presente em Marx, mas que foi desenvolvido no século XX. E isso tem impactos muito concretos. Um brinquedo ou uma bomba tornam-se assim apenas quantidades de valor abstrato, e a decisão de interromper ou de continuar sua produção depende da quantidade de mais-valor que esses objetos contêm.

Nós não estamos mais aqui na visão marxista clássica de uma dialética entre base e superestrutura, na qual a economia impunha-se e o resto se adaptava a ela. Aqui, trata-se de uma forma geral abstrata, o valor, que se expressa em todos os níveis. Eu gosto, dessa maneira, de citar o linguista alemão Eske Bockelmann que sublinha que no século XVII a música passou de uma medida qualitativa para uma medida quantitativa. E esta abstração se exprime, no mesmo momento, na nova física de Galileu ou na nova epistemologia de Descartes.

É aqui que toma forma um dos elementos-chave do seu pensamento, a noção de fetichismo. Fundado pelo homem, o valor dita sua lei ao homem. Um conceito que, segundo você, permite apreender a natureza do capitalismo para além das críticas habituais. 

No conceito marxiano de fetichismo, que resulta do que acabo de dizer, o que porta o valor não tem nenhuma importância. Um brinquedo ou uma bomba são apenas formas passageiras de outra forma de realidade invisível, a quantidade de trabalho abstrato, quer dizer, o valor. Uma vez compreendido isto, pode-se ir além da simples visão moralista da sociedade capitalista. O produtor de bombas produz bombas não porque ele é insensível moralmente, mas porque ele é submetido a essa lógica fetichista. A imoralidade pode ser acrescentada, mas ela não é o motor. E, de resto, na sociedade capitalista, esse fetichismo atinge também os operários. Aqueles que fabricam bombas não querem perder seus empregos. Todos participam dessa realidade, pois todos estão submetidos ao fetichismo da mercadoria e do valor. 

Não é necessário, entretanto, limitar-se a uma visão muito sistêmica da realidade. Existe também um nível de realidade feito de ideologia e de mentalidades. Os indivíduos não são marionetes. Para se impor, o capitalismo deve passar pelos sistemas de motivação e de gratificação. É a cenoura agitada diante do asno. Essas motivações são apenas secundárias, elas podem sempre ser substituídas por outras. O que é essencial para o sistema é a existência de uma estrutura psíquica específica. E é aqui que entra em cena a questão do narcisismo do sujeito.

A escola freudomarxista havia tentado identificar e combater esta estrutura psíquica, mas você afirma que suas análises não são mais pertinentes hoje. 

A primeira geração dos marxistas, aquela da II Internacional (1889-1914), desenvolveu um paradigma economicista. Todas as pessoas estariam supostamente agindo apenas por seus interesses econômicos. Mas esta visão não chegou a explicar porque milhões de operários massacraram-se com entusiasmo durante a Primeira Guerra Mundial, nem porque eles se voltaram, em seguida, para os movimentos fascistas e autoritários.    

Foi então que marxistas como Wilhelm Reich ou Erich Fromm salientaram a importância de estruturas psíquicas no interior do capitalismo, utilizando a teoria de Freud, até ali rejeitada pela esquerda como “burguesa”. Esse freudomarxismo explicou como as estruturas autoritárias podiam se reproduzir pelo complexo de Édipo. Em Freud, esse complexo é percebido como uma garantia de civilização, mas os freudomarxistas fizeram dele um fator de dominação das estruturas familiares. Nos anos 1950 e 1960, pensadores como Herbert Marcuse desenvolveram ainda a ideia de que a libertação não passava somente pela política, mas também pela libertação dos constrangimentos familiares e sexuais. Esse pensamento teve muito sucesso e conduziu a mudanças de costumes duradouras.

A questão que eu me propus no meu livro foi a de saber se essa mudança representou, no final das contas, um progresso. Sem partilhar as visões de autores como Lasch e Dufour, que podem conduzir a consequências reacionárias, deve-se levar seus diagnósticos críticos a sério. Pois, se, por um lado, essa evolução para a liberdade individual é evidentemente positiva, por outro lado, o diabo, tendo saído pela porta, entrou novamente pela janela. É preciso constatar que o indivíduo que resultou desta evolução é fundamentalmente ainda mais fraco, justamente por causa da fraqueza de seu superego. Ele é presa das pulsões do consumo de mercadorias. E, de fato, assiste-se a uma grande reversão. O “partido da desordem”, anteriormente aquele dos revolucionários, tornou-se o do sistema capitalista.

Esse sujeito “ideal” para a mercadoria corresponde a uma nova fase da história capitalista, a da emergência do neoliberalismo. Entretanto, neste livro como nos precedentes, você adverte contra uma crítica do capitalismo que seria reduzida unicamente à sua forma neoliberal. 

A forma neoliberal representa, efetivamente, a forma mais recente e uma das mais hedionda do capitalismo. Mas ela não constitui algo fundamentalmente diferente da fase precedente, aquela dos “trinta anos Gloriosos” e do capitalismo dos monopólios. No entanto, hoje, na esfera política, as críticas do capitalismo mais difundidas são somente críticas do capitalismo neoliberal e, quando lhe perguntamos a elas o que entendem por sociedade não capitalista, elas propõem geralmente uma visão idealista dos “trinta gloriosos”. Da minha parte, eu não sou nostálgico da sociedade que generalizou a linha de montagem, uma das piores abjeções da história humana, e na qual a mercantilização da natureza era objeto de um amplo consenso. Eu não acredito que seja necessário idealizar o fato de que o direito à escravidão fosse um pouco melhor repartido do que hoje, como faz, por exemplo, Bourdieu.

E você sublinha, aliás, que essa crítica reduzida do neoliberalismo pode conduzir a uma nostalgia de certa forma de autoritarismo.

Eu sou muito cético quanto à ideia desenvolvida por Dany-Robert Dufour segundo a qual o neoliberalismo seria uma “ruptura civilizacional”. Parece-me difícil opor, como ele faz, um sujeito fundamentalmente fraco atual a um sujeito supostamente forte que teria existido até os anos 1970. Alguns poderiam ter uma nostalgia desse suposto sujeito forte, paternalista. Para mim, o sujeito neoliberal é muito mais uma nova etapa de um processo de enfraquecimento que começou bem antes. Não se pode usar as misérias de ontem contra as misérias de hoje. A “ruptura civilizacional” situa-se bem antes do neoliberalismo.

Nesse caso, contudo, por que o sujeito neoliberal, como você mostra, está sujeito ao narcisismo, enquanto o sujeito da “antiga forma de capitalismo” estava mais submetido a uma neurose clássica, como havia identificado o freudomarxismo? Não existe aí uma forma de “ruptura”?

O que eu tento mostrar é que o capitalismo nasce efetivamente entre o fim da Idade Média e o século XVII. Ele nasce com essa tendência narcísica que faz parte da sua estrutura de base, pois existe no valor uma forma de renegar o mundo. É por isso que se pode destacar já no cogito de Descartes essa forte tendência narcísica. Mas eu penso que o capitalismo estava presente enquanto potência no sentido aristotélico e que ele coexistiu com formas sociais mais antigas contra as quais durante muito tempo lutou, como o feudalismo ou o paternalismo. Levou-se séculos para vencer o entulho de outras épocas e, para retomar um termo hegeliano, coincidir com seu próprio conceito.

Com as crises dos anos 1970 o capitalismo atingiu, então, essa forma mais próxima do seu conceito. E o conceito é precisamente o de uma indiferença em relação ao mundo, particularmente perigosa para a humanidade e o planeta. 

Marx sublinha que o valor é o produto do trabalho abstrato. Para ele, toda atividade produtiva no capitalismo tem, com efeito, duas faces. A primeira é que ela produz alguma coisa concreta que satisfaz necessidades. A segunda é que toda atividade necessita de um dispêndio de energia que se pode medir pelo tempo. Está aí a fonte do valor, e assim toda atividade se equivale, não tem diferença qualitativa, mas unicamente diferenças de quantidade de tempo dispendido, portanto, de trabalho abstrato. 

Ora, o capitalismo não se interessa senão pelo mais-valor, ou, dito de outro modo, pelo valor superior ao inicialmente investido. Ele se interessa, então, somente pela quantidade de valor criado por cada atividade. E, em face do valor, existe uma igualização do mundo. Todas as coisas se equivalem e são apenas porções mais ou menos grandes da mesma substância. Todos os objetos e serviços têm que justificar sua existência não pela satisfação de uma necessidade ou de um desejo humano, mas pela quantidade suficiente de mais-valor que eles representam.  

Antes mesmo da luta de classes, da injustiça ou das desigualdades, encontra-se o que eu chamo – para retomar as palavras de Joseph Conrad – “o coração das trevas” do capitalismo: esta indiferença total para com o conteúdo e para com o que é próprio do ser humano. É uma diferença fundamental com as sociedades pré-capitalistas, as quais, quaisquer que tenham sido seus aspectos desagradáveis, não tinham essa dinâmica cega que consiste em uma acumulação sem finalidade de alguma coisa que não tem conteúdo próprio.

Esta cegueira é precisamente aquela do sujeito narcísico, que é o sujeito próprio do capitalismo.

Segundo a leitura de Freud que faz Christopher Lasch, o narcisismo se forma durante a primeira infância, antes do complexo de Édipo. A criança quer, então, evitar a separação com o mundo circundante e não quer reconhecer que se é sempre dependente de alguma coisa mais forte do que nós. Ela compensa sua impotência real com uma onipotência imaginária e mágica que passa por um desejo de fusão com o mundo exterior. O narcisismo, tal como é comumente entendido, não é senão uma forma do narcisismo freudiano. Mas, em realidade, todo mundo tem um componente narcísico e o que eu estou expondo é que a forma atual do capitalismo conduz menos a uma extensão do número de narcisistas do que para um forte aumento da “taxa de narcisismo” na população inteira. 

O narcísico não interiorizou a existência do mundo exterior, ele passa ao largo, ele não o conhece. Ele conhece apenas seu eu, como pura função da existência, e é por isso que eu considero que o cogito de Descartes era já extraordinariamente similar ao narcisismo. O mundo exterior não é senão uma extensão de seu próprio eu, que ele pode manipular à vontade e dispor segundo suas próprias fantasias. O narcísico não pode estabelecer verdadeiras relações de amizade ou de amor, porque, para ele, todos os outros são intercambiáveis. E é aqui que é incorporada a noção de valor em Marx. Pois mesmo que para o valor todos os objetos e as pessoas sejam intercambiáveis e não sejam senão encarnações temporárias de uma “substância” única, embora imaginária, o mundo real não é para o narcísico senão uma vaga hipótese em que nada tem autonomia própria.

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segunda-feira, 18 de outubro de 2021

Por que algoritmos das redes sociais estão cada vez mais perigosos, na visão de pioneiro da Inteligência Artificial- BBC BRASIL

 


AGES

Legenda da foto,

Pesquisador defende valores mais humanos para a Inteligência Artificial, particularmente aos algoritmos que regem as redes sociais


  • Paula Adamo Idoeta
  • Da BBC News Brasil em São Paulo

segunda-feira, 11 de outubro de 2021

ENTRE VISTAS TVT JUCA :DILMA ROUSSEFF WEB


AQUI,A -LETRA DA MÚSICA -DIZ TUDO.:..
TIGRESA- CAETANO VELOSO

Uma tigresa de unhas negras e íris cor de mel
Uma mulher, uma beleza que me aconteceu
Esfregando a pele de ouro marrom do seu corpo contra o meu
Me falou que o mal é bom, e o bem, cruel

Enquanto os pelos dessa deusa tremem ao vento ateu
Ela me conta, sem certeza, tudo o que viveu
Que gostava de política em 1966
E hoje dança no Frenetic Dancing Days

Ela me conta que era atriz e trabalhou no Hair
Com alguns homens foi feliz, com outros foi mulher
Que tem muito ódio no coração, que tem dado muito amor
E espalhado muito prazer e muita dor

Mas ela ao mesmo tempo diz que tudo vai mudar
Porque ela vai ser o que quis, inventando um lugar
Onde a gente e a natureza feliz vivam sempre em comunhão
E a tigresa possa mais do que o leão

As garras da felina me marcaram o coração
Mas as besteiras de menina que ela disse, não
E eu corri pra o violão num lamento, e a manhã nasceu azul
Como é bom poder tocar um instrumento

domingo, 26 de setembro de 2021

Humanidade que transborda em duas escritoras: CLARICE LISPECTOR E LOURDES RAMALHO -OUTRAS PALAVRAS

 

FOTO POR OUTRAS PALAVRAS 

http://bit.ly/3s78JBU

Matéria controversa mas com fio que ao final se torna claro, duas escritoras, duas mulheres, ávidas por literatura. Leia em OUTRAS PALAVRAS


Humanidade que transborda em duas escritoras

Uma é laureada; outra, ignorada pela crítica. Mas Clarice Lispector e Lourdes Ramalho têm mais que o centenário em comum. Em suas obras, há a busca pelos fios de suas origens judaicas e a justiça social no reencontro com o humano


Por Ezilda Melo1

“Há mulheres na vida real que são grandes genitoras de gerações de ideias, processos, genealogias, criaturas, períodos da sua própria arte, sempre se tornando mais sábias e se manifestando dessa forma”. Clarissa Pinkola Estés. In: A ciranda das mulheres sábias

Em dezembro de 2020, em homenagem ao centenário de Clarice Lispector, 36 autores da área jurídica fizeram nascer a coletânea “Por uma estética jusliterária clariciana: diálogos entre Direito, Literatura e Arte”. Nesse breve ensaio, propomos algumas linhas aproximativas entre Clarice Lispector e Lourdes Ramalho, festeja teatróloga paraibana que também completou o centenário ano passado.

A vida se conta no instante do ocorrido e para além da memória de que se deixa tocar. Rememorar 100 anos é lembrar, apontar um farol, um porto, um caminho, uma dimensão, é reflexão, é singularidade, inscrição, exercício de interpretação. Organizar uma obra jurídica tomando como fio condutor a literatura de Clarice Lispector para homenageá-la em seu centenário é, antes de mais nada, um sinal de reconhecimento, seja pela escritora, mulher, artista, pensadora, intelectual, jornalista, mãe, pessoa, que deixou um legado.

Uma família em fuga do antissemitismo no leste europeu, aportou em Maceió com uma criança nascida em 1920. Clarice, um dos maiores nomes da literatura brasileira, chegou ao Brasil para fugir da morte, da perseguição, da marca ancestral de separação da fraternidade entre as pessoas no mundo. Os fatos marcantes da vida pessoal da escritora giram em torno de mudanças e deslocamentos, de perseverança e pioneirismo, de textos e palavras que nos levam à outra dimensão. Viveu 57 e cada década de sua vida poderia ser retratada em filmes de época que prendem os espectadores do início ao fim.

Uma escritora sertaneja, que passou parte de sua vida produzindo sobre a influência das ibéricas, mouras e judaicas2 no Nordeste, foi Lourdes Ramalho que nasceu em agosto de 1920, na cidade de Jardim do Seridó, no sertão potiguar. Ela e Clarice possuem em comum, para além da literatura, e do centenário, a origem judaica. Um paralelo sobre as fases distintas da entrada dos judeus no Brasil e sua influência na literatura brasileira, ainda não tem investigação completa, apesar do trabalho de Regina Igel3 sobre a produção literária dos judeus no Brasil nos últimos cem anos, destacando a temática judaica, que não foi o foco principal da obra de Lourdes Ramalho, nem de Clarice, por exemplo, já que nenhuma das duas se converteu ao judaísmo.

Lourdes Ramalho investigou sua origem genealógica e descobriu que seus ascendentes chegaram ainda no século XVII e praticavam a religião judaica no mais absoluto sigilo, no interior de suas casas, transmitindo o judaísmo secreta e oralmente, propiciando que reconheçamos o mimetismo, silenciamento e não pertencimento das mulheres habitantes do sertão potiguar e paraibano, herdeiras do judaísmo. Lourdes Ramalho destacou que no Estado da Paraíba, nasceu a lenda da jovem Branca Dias, que aos 18 anos foi acusada4 de judaísmo e queimada pela Inquisição. Apesar da grande quantidade de obras, a produção de Lourdes Ramalho continua desconhecida do grande público brasileiro, apesar de valorizada em Portugal e Espanha, o que por si só é demonstrativo do silêncio das mulheres na escrita especialmente quando se fala de um espaço geográfico discriminado historicamente como é o caso do sertão nordestino, onde o destaque que se tem é para a autoria masculina. Para ter reconhecimento dentro da literatura brasileira não se pode exigir a masculinidade hetenormativa, a branquitude, as condições econômicas, nem que os escritores morem e sejam publicados apenas no eixo Rio-São Paulo.

Quem também fala sobre essa “clandestinidade”, no prefácio da obra inédita “Chã dos Esquecidos”, edição comemorativa do centenário de Lourdes Ramalho, é sua biógrafa Valéria Andrade5. Diante da necessidade de valorização e visibilidade da escrita feminina, o referencial literário da escritora Lourdes Ramalho serviu para verificação de formação identitária da mulher sertaneja, seja a retirante, a cigana, a negra estuprada, as tantas mulheres que possuem voz, vida, lamúrias, tristezas, reivindicações. Ao ampliarmos o olhar para um feminismo literário que trata das narrativas das mulheres, de modo que olhe para a história cada uma e de seus corpos e as violências institucionalizadas sobre elas é ampliar o debate e as fontes de representação sobre os direitos das mulheres.

E, mais do que isso, entender que até dentro de pequenos grupos, as mulheres são diversas e quando falamos de uma, é necessário que nos perguntemos criticamente, assim como nos lembra Sueli Carneiro, de que mulheres estamos falando?  As mulheres sertanejas pobres, negras, da zona rural, ciganas, judias do sertão são uma pluralidade de mulheres que foram silenciadas, seja pela escrita dos escritores regionalistas que as enquadraram dentro de dois arquétipos (santa-pecadora), seja pela própria falta de reivindicação de seus direitos humanos e isso se encontra dentro de uma leitura histórica dos direitos das mulheres que tem a inquisição e a expulsão dos judeus da Europa como fundante para entender essa formação identitária que a escritora Lourdes Ramalho apresenta no conjunto de sua obra.

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segunda-feira, 20 de setembro de 2021

"Assistimos a situações de profunda cobardia e de deserção humana à conta da pandemia" DN-PORTUGAL

 





Miguel Sousa Tavares estava há sete anos sem escrever um romance mas a pandemia obrigou-o a voltar à ficção com Último Olhar

© Diana Quintela / Global Imagens

https://bit.ly/3k8iHSi

O DIÁRIO DE NOTÍCIAS -PORTUGAL-LISBOA GMG-João Céu e Silva-NOS OFERECE UMA ENTREVISTA COM MIGUEL S.TAVARES ,face seu novo livro.


João Céu e Silva

O personagem principal do novo romance de Miguel Sousa Tavares recusa ser um "estorvo" só porque é velho. O retrato de um crime social a que se assistiu há poucos meses em Portugal e noutros países, quando as autoridades puseram os idosos fora da lista dos prioritários para a vacinação em nome de uma eutanásia etária. Um personagem que já vivera a Guerra Civil espanhola e estivera nos campos de concentração alemães, tragédias a que sobreviveu.



"Daqui a uns anos, não sei se seremos capazes de lembrar aquilo porque passámos nestes últimos meses de tão surreal que é: as máscaras, a distância social, as pessoas trancadas em casa, os filhos sem poderem ir à escola, o teletrabalho, o não nos cumprimentarmos nem abraçarmos." Quem o diz é Miguel Sousa Tavares, que acaba de publicar um novo romance, Último Olhar, onde a pandemia é a personagem principal, rodeada de outras que constroem com as suas vidas um retrato de uma situação mundial que surgiu de forma inesperada. Por isso mesmo afirma: "As verdadeiras tragédias vêm sempre sem aviso."

Logo à primeira página está a origem do romance: "O veneno da China". Para o autor não é difícil concluir: "Se não fosse a covid, este livro não existia. Foi um "romance imprevisto", afinal há sete anos que não publicava um." Revela que tem dois ou três encravados: "Não consigo planear romances, mas neste fui como que obrigado a escrever a partir do momento em que percebi que era mais do que uma epidemia sanitária, que era também moral. Achei que um romance ia mais direto ao coração das pessoas do que outro registo." Além do vírus e dos seus efeitos sobre a sociedade, o protagonista é Pablo. Um "velho" que atravessou a Guerra Civil de Espanha, esteve num campo de concentração durante a II Guerra Mundial, e que leva os leitores do princípio ao fim com a sua história de vida. Pelo meio, meia dúzia de personagens desenham o que a humanidade tem assistido e vivido desde há ano e meio.

Há uma particularidade narrativa que se destaca na segunda metade de Último Olhar, as passagens onde o sexo são um cenário frequente. Para Sousa Tavares, que recusa caracterizar essas páginas como eróticas mas sim de sexo mesmo, a resposta é simples: "Aconteceu naturalmente e acho que o sexo também é um sinal de vida. Além de que vinha a propósito, fazia sentido e humanizava. Se não viesse, não punha." Justifica: "O livro tem muita coisa sobre morte." Em sua defesa recorda as palavras de Millôr Fernandes quando escreveu uma crítica sobre o Equador e questionava os escritores brasileiros dizendo "O Miguel escreve sobre sexo sem medo porque na vida também há sexo". A situação mais inesperada, confessa, é a "cena de sexo no campo de concentração, de que nunca ninguém se lembraria". Como "veio a propósito", a pergunta que fez foi "porque não?"

É um romance que se passa em Espanha. Quis distanciar-se da nossa realidade?
Não foi esse o caso, antes porque o detonador do romance é um acontecimento passado em Espanha: o apedrejamento de um autocarro que levava idosos infetados pela covid. A partir daí senti necessidade de o situar de forma correta.

A covid será o segundo grande acontecimento deste início de século a seguir ao 11 de Setembro de 2001?
Sim, sem dúvida, o 11 de Setembro e a covid serão os dois momentos disruptores deste milénio. Eu comecei a escrever o romance em março de 2020, no início da pandemia, e esse acontecimento em Espanha veio ao encontro daquilo que antevi: que os velhos iriam ser as grandes vítimas e que a sociedade estava pronta a descartá-los. Foi essa perceção que me fez pensar que existe um lado de instinto de sobrevivência que estabelece uma fronteira muito ténue com a barbárie. Que foi muito nítido nesta pandemia e mesmo em Portugal, pois após o Presidente e o primeiro-ministro terem falado sobre a questão, foi preciso que o almirante das vacinas se impusesse para que os velhos passassem à frente de todas as corporações que estavam a ser vacinadas antes: polícias, bombeiros, militares, magistrados, etc.. Foi preciso que alguém dissesse "não" e que o primeiro critério deveria ser o de salvar vidas e, portanto, aqueles que mais morriam por causa do vírus: os velhos.

Uma situação impensável?
Sim. Foi estabelecido tacitamente que os velhos não iam para os hospitais ocupar camas necessárias porque vão morrer de qualquer maneira e também não iam ser vacinados porque há poucas vacinas e temos de começar pelos que têm mais hipótese de sobreviver. Foi a partir desse momento que pensei: "então a nossa sociedade investiu tanto em prolongar a vida das pessoas e chega a um ponto em que descarta os mais velhos e só quer que fiquem trancados em casa ou nos lares, sem acesso aos filhos e netos, porque se saírem à rua são um perigo público?" Que raio de sociedade é esta que construímos?

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segunda-feira, 13 de setembro de 2021

sexta-feira, 10 de setembro de 2021

El capitalismo camina hacia el tecnofeudalismo PAG12 -AR

                                                 FOTO POR https://bit.ly/3x9RthK


O Jornal PÁGINA12- AR- POR- A. ZAIAT NOS OFERECE UMA LÚCIDA PONDERAÇÃO COM SEUS ARGUMENTOS FORTES FACE O CAPITALISMO-NEOLIBERALISMO E AS TECNOLOGIAS,SEU INSTRUMENTAL DE CONTROLE E RENTISMO



Alarma en las potencias occidentales y hasta en el FMI por el poder cada vez más impresionante de las grandes corporaciones

El capitalismo camina hacia el tecnofeudalismo

Mientras la derecha política y mediática local repite eslóganes y prejuicios contra el Estado, el debate mundial apunta a fortalecerlo, ya no sólo por el papel central ocupado en la pandemia, sino para enfrentar el avance despiadado de los gigantes del mundo digital. Señales para la economía argentina acerca de la necesidad de intervenir sobre empresas que abusan de la posición dominante de mercado.

Por Alfredo Zaiat  PAGINA 12 AR.

https://bit.ly/3x9RthK



Tres ideas se están debatiendo en los máximos niveles políticos de las potencias, que necesariamente deberían tener influencia en países periféricos como Argentina:

1. Las multinacionales contabilizan ganancias extraordinarias y, para financiar a un Estado que ha destinado muchos recursos para atender la pandemia, deben pagar un impuesto adicional.

2. La posición dominante de grandes empresas monopólicas u oligopólicas deriva en aumentos de precios excesivos y en ausencia de competencia.

3. El cada vez mayor poder de mercado y financiero de las grandes empresas está limitando la efectividad de tradicionales instrumentos de política monetaria, como la suba de la tasa de interés por parte de las bancas centrales para atender tensiones inflacionarias.

No se trata de diagnósticos y propuestas de una plataforma de gobiernos de izquierda, sino que es la reacción de un sistema estatal que, desde su origen, estuvo aliado y, a la vez, condicionado por las corporaciones, pero ahora las firmas dominantes directamente se están independizando de ese circuito político y de control económico tradicional.

Esta emancipación se expresa en la utilización de guaridas fiscales para pagar poco o nada de impuestos en los países de origen; los aumentos de precios por encima del promedio luego de eliminar por absorción a la competencia; y la abundancia de recursos financieros líquidos que hace que no les importe la estrategia monetaria de las bancas centrales.

Son más grandes que el Estado

La pandemia dejó al descubierto la actual fase histórica del capitalismo concentrado cuando, por primera vez, una extraordinaria crisis económica-financiera global no afectó en forma negativa el negocio bursátil.

Por el contrario, el índice promedio de las principales bolsas mundiales está en niveles record, mientras las economías se derrumbaron y están tratando de recuperar lo perdido, la desocupación se ha disparado y el drama sanitario y social ha sido fulminante.

Este comportamiento divergente entre la economía real y la evolución de las cotizaciones de grandes firmas es uno –no el único- factor que refleja la nueva etapa del capitalismo. En ésta se está desvinculando la histórica asociación entre los Estados y las corporaciones dominantes del sistema de organización tradicional de las fuerzas de producción.

Las tres menciones arriba indicadas sobre las multinacionales sólo son la reacción del mundo político de las potencias, en especial las de Occidente, para tratar de no ver disminuida la capacidad de intervención e influencia de los Estados o, en los hechos, la pretensión de no perder importancia en las relaciones de poder.

Cuál será el legado de la pandemia

No deja de sorprender el análisis rústico de economistas locales, con sus habituales amplificadores, dedicados a debilitar y desacreditar el rol del Estado en la economía.

Hasta la revista conservadora The Economist se hace eco de la nueva etapa y del papel central que está ocupando el Estado, espacio que aspira a preservar pese a la expansión de las corporaciones globales, en especial las vinculadas al negocio digital.

En el texto "Después de la enfermedad. El largo adiós a la covid-19" se asegura que, con la vacuna, están surgiendo destellos de vida poscovid, pero se advierte que existen dos cuestiones claras. Una, que la última fase de la pandemia será prolongada y dolorosa, y dos, que la covid-19 dejará atrás el mundo conocido.

Ese mundo nuevo que presenta The Economist seguiría el patrón establecido por pandemias pasadas, identificando tres cambios, definidos por el sociólogo y médico greco-estadounidense Nicholas Christakis de la Universidad de Yale:

1. La amenaza colectiva impulsa un crecimiento del poder estatal.

2. El vuelco de la vida cotidiana conduce a la búsqueda de sentido.

3. La cercanía de la muerte que trae precaución mientras la enfermedad se agita estimula la audacia cuando ha pasado.

La gente se atrinchera con el Estado

El artículo describe que cuando la población de los países ricos se refugiaba en sus casas durante los cierres, el Estado se atrincheró con ellos.

Detalla que durante la pandemia, los gobiernos han sido el principal canal de información, los que establecieron las reglas, fueron la fuente principal de dinero en efectivo y, finalmente, se han convertido en los proveedores exclusivos de vacunas.

Calcula que los Estados de los países ricos pagaron 90 centavos por cada dólar de producción perdida.

Menciona que existe un vigoroso debate académico sobre si los encierros "valieron la pena, pero el legado de la pandemia del gran Estado ya está a la vista".

Apunta en forma crítica –vale recordar que The Economist es una fuente destacada del conservadurismo- que "sólo hay que mirar los planes de gastos de la administración Biden". Para concluir que "cualquiera que sea el problema (desigualdad, crecimiento económico lento, seguridad de las cadenas de suministro), un Estado más grande y más activista parece ser la solución preferida".

Hasta el FMI se sorprende del poder de las corporaciones

Algo está cambiando en el marco analítico, por lo menos en la voluntad de reflexionar sobre la dinámica de la economía en la fase de la globalización pospandemia.

Un reciente documento del Fondo Monetario Internacional "Taming Market Power Could (also) Help Monetary Policy", de los investigadores Romain Duval, Davide Furceri y Marina M. Tavares, explica que, ante la amenaza de la inflación, las bancas centrales de los países desarrollados están estudiando aplicar la receta conocida: subir la tasa de interés.

Esta medida es lo que la ortodoxia local está reclamando que haga el Banco Central, para imitar al resto de las autoridades monetarias de la región que ya subieron las tasas.

Como se sabe, el alza de las tasas incrementa la renta de inversores y encarece el crédito, una forma de restringir así la demanda y, por lo tanto, controlar los precios. Es la receta monetarista clásica.

La idea de la suba de la tasa de interés, además, busca influir sobre las expectativas futuras de consumidores y empresas y, de ese modo, lograr eficacia en la política monetaria contractiva.

Sin embargo, esos economistas del Fondo se sorprendieron con un factor que, aseguran, el análisis convencional pasa por alto: el poder de mercado de las grandes empresas.

La investigación que presentaron revela que empresas cada vez más grandes y poderosas están haciendo de la política monetaria una herramienta menos efectiva para administrar la economía.

Lo dicen para países ricos, pero se puede extender a economías en desarrollo con mercados muy concentrados, en los cuales operan empresas con posición dominante y abundantes recursos financieros (en Argentina, por ejemplo, corporaciones de telecomunicaciones con ramificaciones en medios de comunicación).

Apple y Google tienen tanto dinero en efectivo que son Amo y Señor

El estudio del FMI describe que las empresas con mayor poder de mercado responden menos a las acciones de la política monetaria debido a que contabilizan ganancias abultadas.

Esas utilidades, que se incrementaron pese a la tragedia de la pandemia o, para ser precisos, las aumentaron gracias a la pandemia, hacen que esas empresas sean menos sensibles a los cambios en las condiciones de acceso al financiamiento por decisiones de las bancas centrales.

Esos economistas fondomonetaristas ponen por ejemplo que, en marzo de 2021, Apple tenía más de 200.000 millones de dólares en efectivo y en inversiones en acciones y bonos, mientras que Alphabet (Google) tenía más de 150.000 millones de dólares.


O sea, esas empresas tienen un colchón de efectivo tan grande que pueden decidir inversiones y otros proyectos sin preocuparse por la facilidad con la que podrían acceder a otras fuentes de financiación. Es decir, dejan de depender de cuál es la tasa de interés de referencia que fija la banca central.

En cambio, las empresas que enfrentan mayores restricciones crediticias, como pymes o firmas con un margen de rentabilidad reducido, quedan condicionadas por la política monetaria.

Por lo tanto, la investigación concluye que "el poder de mercado excesivo también puede obstaculizar la capacidad de las bancas centrales para estimular la actividad económica durante las recesiones y enfriarla durante las expansiones". Lo dice el FMI, no un economista de izquierda.

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