Retirado da revista Ñ EL CALRIN
Centenares de personas empezaron hoy a dar el último adiós al cantautor Víctor Jara, asesinado en 1973 por militares, en el inicio del velatorio de sus restos, que se extenderá durante tres días para que sus compatriotas le ofrezcan el homenaje que no pudo recibir al momento de su muerte.
La británica Joan Turner, viuda del cantautor, custodió el féretro donde reposan los restos de su esposo, el mismo en el que fue sepultado en septiembre de 1973 cuando, acompañada solo por dos personas, lo depositó en un humilde nicho del Cementerio General.
"Está en el mismo ataúd con que fue sepultado casi en la clandestinidad por Joan Jara el 18 de septiembre de 1973. Su hija Manuela lo ha preparado", explicó la actriz Gloria König, presidenta de la Fundación Víctor Jara.
A la Fundación Víctor Jara, en el centro de Santiago, lugar elegido para velar al artista chileno, acudieron también representantes políticos, del mundo del arte y la cultura y de asociaciones de derechos humanos.
La primera guardia de honor fue encabezada por Joan Jara junto a sus hijas Amanda y Manuela.
Las siguientes fueron realizadas por los trabajadores de la Fundación Víctor Jara, la plana mayor del Partido Comunista de Chile, los máximos dirigentes de las juventudes comunistas y la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos.
Entre las personas que acudieron al velatorio figuran la ministra de Cultura, Paulina Urrutia; el músico chileno Ángel Parra, hijo de Violeta Parra, el director de cine Andrés Wood y el candidato presidencial de la izquierda extraparlamentaria, Jorge Arrate.
El entierro del autor de canciones como "Te recuerdo Amanda" y "¡Ay, canto, que mal me sales!" tendrá lugar el sábado 5 de diciembre a las 10.00 horas (13.00 GMT) cuando, desde la sede de la Fundación saldrá un cortejo que recorrerá las calles hasta el Cementerio General.
El cantautor y director de teatro fue asesinado en el Estadio Chile, un recinto deportivo utilizado como centro de reclusión y tortura, días después del golpe de Estado que el 11 de septiembre de 1973 terminó con el mandato del presidente Salvador Allende (1970-1973).
Según determinó la investigación judicial, fue brutalmente golpeado y torturado, sus manos sufrieron golpes de culatas de fusiles y después recibió 44 disparos en todo el cuerpo.
Fuente: EFE
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